CDMX.- La desindexación del salario mínimo le presenta la oportunidad al Presidente Enrique Peña de promulgar la reforma constitucional que le quite ataduras a este ingreso y permita que, por primera vez en 40 años, crezca e inicie una carrera hacia arriba para que los mexicanos puedan aspirar a tener una vida digna, aseguró el secretario de Desarrollo Económico (SEDECO), Salomón Chertorivski Woldenberg.
Al encabezar la entrega de mil 240 apoyos del Programa de Fortalecimiento a Micronegocios en la delegación Milpa Alta, destacó el hecho de que, hasta este momento, 15 estados de la República han aprobado la desindexación de la mini percepción en sus entidades, lo que permitiría recomponer el hecho de que nuestro país cuente con el salario mínimo más bajo del mundo.
“Por eso es tan importante que el salario mínimo pueda empezar a crecer y, hoy, con la desindexación decimos, con toda fuerza, desde Milpa Alta, para que nos escuchen todos: ya no más, ya no hay pretextos para que el salario mínimo no se incremente”, abundó.
“Lo ha dicho Miguel Ángel Mancera, lo vuelvo a decir hoy con ustedes: no vamos a detenernos hasta que por primera ocasión el salario mínimo, en 40 años, en este enero alcance por lo menos esta línea de 86 pesos con 33 centavos”, aseveró.
Recordó que hace casi 40 años, el salario mínimo, que ganan los trabajadores con ingresos más bajos del país, quedó detenido para utilizarse como referencia para pagar multas, para financiar partidos políticos o para pagar hipotecas, entre otras cosas.
“Desde hace 37 años, el salario mínimo perdió 75 por ciento de su poder adquisitivo, lo que significó que un mexicano que percibía dicho ingreso, a principio de los años ochentas, podía comprar cuatro veces más cosas de las que hoy puede comprar alguien con el salario mínimo”, manifestó.
Enfatizó que además, un salario mínimo tan bajo ha hecho que el resto de los salarios de nuestro país se vayan a la baja y por eso hoy México tiene uno de los salarios más bajos, no solo de Latinoamérica, sino de todo el mundo.
“He vivido en un país donde el uno por ciento de la gente tiene más del 20 por ciento de la riqueza y 93 por ciento de los trabajadores no gana más de cinco salarios mínimos. Yo he vivido en un país que a pesar de ser la catorceava economía más grande del mundo tiene la mitad de la gente en pobreza; porque he vivido en un país donde, si bien algunos ganan mucho, 55 por ciento de los trabajadores no llega a la quincena con su ingreso laboral”, sostuvo.
Si bien reconoció que todavía es poco, explicó qué es lo que se necesita para adquirir la canasta básica alimentaria, es decir para que un adulto y un dependiente puedan desayunar, comer y cenar mínimamente.
Y a partir de ahí, agregó, que se siga incrementado para que las y los mexicanos puedan tener una vida digna, donde el trabajo sea el motor que saque de la pobreza y no, como ha sido durante 40 años, sea un instrumento que nos deje en la pobreza, “porque un trabajador que labora una jornada completa y que gana un salario mínimo llega a su casa, después de trabajar, y sigue siendo pobre extremo”.